El primer lugar donde se ve es en los archiconocidos uniformes de Constance. Si seguimos dentro del plano de suspensión de la realidad por el que un colegio privado deja que los alumnos transformen las piezas obligatorias a su gusto, esa customización llega a su máxima expresión en 2021. Tanto, que no es que cueste ver dos uniformes iguales en los pasillos del colegio, sino que cuesta ver un hilo conductor que los una de un capítulo a otro, más allá de una paleta de color basada en el blanco y el azul marino. En quien mejor se puede apreciar es en una de las protagonistas (aquí el peso dramático es un poco más coral que en la primera, al menos de momento), Julien Calloway, interpretada por Jordan Alexander.
Calloway, influencer con una imagen hipercuidada y construida por dos de sus amigas, que casi se consideran a ellas mismas empleadas, pasa de lucir en el primer capítulo una camisa de rayas ancha con corbata y botas altas blancas a mallas de ciclista, sudadera con capucha y cazadora bomber. Sí, los dos son uniformes, o más bien looks para ir al colegio. Contrasta enormemente con la elección, también un teórico uniforme, de Audrey (interpretada por Emily Alyn Lind), con una camisa oversized de Simone Rocha y un chaleco de rayas de Balmain. Y estas dos firmas, y otras tantas escogidas por Daman, son otro de los puntos diferenciadores con respecto al pasado.
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